jueves, 2 de agosto de 2012

Llantos, golpes, gritos, patadas ...: las rabietas.

Es imprescindible hacer ver al niño/a que no va a salirse con la suya, que “actuando” de ese modo nunca conseguirá lo que quiere. Los niños son muy inteligentes y ajustan su conducta dependiendo de con quién están. A veces nos encontramos con casos en los que las rabietas cesan en la escuela pero no en casa, debido, en muchos casos, a que la familia no sabe cómo abordar el problema o lo hace de forma errónea.
Con el fin de aunar criterios de actuación, podemos facilitar a las familias estos consejos de la revista “Maestra Infantil” en la entrevista personal de inicio de curso o bien en la primera reunión.
  


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